lunes, 17 de octubre de 2011

La ida.

Domingo 10/04/11.

Empieza una  nueva aventura: Trans Attlas 2011, que este año transcurrirá en la mayoría de su recorrido por la ruta realizada en el 2009,desde Teluet  hasta Tinerhir , atravesando el paso del Dades al Todra, y  cruzando después el Anti Attlas por nuevas y desconocidas rutas hasta llegar a Zagora.

La aventura de este año, como todos los años, transcurre por tierras del sur de Marruecos, atravesando montañas, cruzando mesetas desoladas y acariciando el desierto, coincidiendo con varias de las pistas utilizadas en la Titan Desert. Pistas duras, solitarias y difíciles donde sufren los participantes el agotamiento y la desesperación de llegar a la meta, donde reciben los merecidos cuidados y las comodidades del improvisado campamento montado por la empresa patrocinadora, tras tan titánico esfuerzo. Nosotros más humildes somos y sólo pretendemos disfrutar de cada pista, de cada paisaje, de cada pedaleada y de cada suspiro, haciendo de cualquier sitio nuestra meta y de cualquier lugar nuestro campamento. Pero claro para eso tienes que llevar encima más de 20 Kg de equipaje en las alforjas.
La Trans Attlas no es una carrera, es una aventura. Ni más ni menos.


Todo ha ido como la seda. Llegamos a Marrakech sobre la 23:00h, y con nosotros llega todo el equipaje. Lo único que no llega a su hora es el vehículo que tiene que venir a recogernos al aeropuerto ( supongo que tras la experiencia del año pasado ha decidido tomárselo con calma).
Por fin llegamos al hotel y tras acomodarnos en nuestra habitación ( por desgracia ya no puede ser las de las terrazas, ya que han sido reconvertidas en un comedor)  y saludar a viejos conocidos salimos a cenar algo. Es muy tarde, sobre la una de la madrugada hora local, una hora más en la península, y decidimos comer cualquier cosa en la calle del hotel. Nos sentamos en una terraza y nos pedimos unos "kebhabs" para nosotros y otro para una señora que va pidiendo por la calle. Las raciones son abundantes y de nuestros platos preparamos dos raciones que damos a unos niños que también se acercan a pedir.
Tras la cena vamos a tomar el te a la terraza que el año pasado pertenecía a nuestra habitación. El comedor está cerrado pero el camarero nos reconoce y nos deja tomar el te en la terraza, donde nos quedamos un rato de cachondeo. A las 2:40h nos vamos a dormir.

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