jueves, 28 de febrero de 2013

MARRUECOS V.......Un poco de turismo 3.

Por fin llegamos a Ouzoud. El taxi nos deja en una explanada de tierra rodeada de cuatro casas. En principio no parece un gran pueblo, mas bien una aldeucha, pero la abundante oferta de guías dispuestos a acompañarte a un hotel me hace presentir que este pueblo es mucho más de lo que se ve a primera vista.
Nos decidimos por el hotel más cercano. El hotel está bajando hacia las cataratas, de hecho todo está bajando hacia las cataratas. El camino está plagado de bares, restaurantes, hoteles, chiringuitos.....aunque debe ser temporada baja por que muchos están cerrados.
El hotel bien. Acogedor, limpio, bohemio, con encanto, muy autentico. Dejamos las cosas y nos vamos a comer algo. Brochetas, patatas fritas, ensaladas.......yo no tengo hambre. ¡¡¡¡ Qué raro!!!!


Tras el papeo bajamos dando un agradable paseo hasta las cataratas acompañados por algunos monos que nos acompañan esperando alguna recompensa alimentaria.  Las cataratas resultan espectaculares, mucho más impresionantes de lo que había imaginado. Por desgracia la sostenibilidad del lugar está en serio peligro por la explotación turística tan agresiva del paisaje. Aunque de momento resulta un lugar salvaje y precioso.
Nos quedamos un buen rato disfrutando del lugar. Antonio esta que sale. Se ha comprado una especie de coca en un chiringuito dudoso y se la está comiendo con un café con leche en una terracita con vistas a las cataratas, la verdad es que aquí todo tiene  vistas a las cataratas.
Volvemos al hotel, nos duchamos, nos cambiamos y bajamos a cenar. Mientras esperamos la cena nos dejan un portátil para actualizar la información del blog y subir algunas fotos.
La cena tampoco me entra. No me encuentro bien y no tengo hambre esto es muy raro.
Esta lloviendo de nuevo. Si mañana no llueve saldremos en bici hacia Demnate. Si llueve.......................


domingo, 17 de febrero de 2013

MARRUECOS V..........Un poco de turismo 2.

Nos ponemos en marcha. Las bicis en el maletero, las alforjas en el asiento del copiloto, el resto de bolsas en la bandeja posterior y los cuatro apretujados en el asiento trasero.
Divertido. Al principio divertido. Las primeras horas divertidas. Bromas, risas, tonterías varias. Pero a medida que pasan las horas la incomodidad y el cansancio de viajar apretujados empieza a cobrar factura y a hacer el viaje cada vez más pesado y largo. Nos vamos turnando para apoyar la espalda en el respaldo de dos en dos, ya que los cuatro no podemos a la vez. Así que pasamos las horas turnándonos entre una postura incomoda y otra algo menos incomoda. Para colmo de males nuestro destino se encuentra entre las montañas y al final del trayecto abandonamos la carretera principal para ascender por una carretera secundaria y llena de curvas. "¡¡¡¡ Qué pechá !!!!".


Tras pasar un puerto bastante alto, que se hace eterno por la cantidad de curvas, atravesamos un puente de hierro que cruza sobre un río que baja bastante caudaloso y rápido. Decidimos parar un rato para hacer unas fotos ya que el lugar es muy bonito y salvaje, pero sobretodo paramos a descansar un rato, a estirar las piernas, los brazos, la espalda y el resto del cuerpo. Paseamos un rato, cruzamos el puente, nos hacemos unas fotos, aliviamos los esfínteres y nos ponemos de nuevo en marcha. Por suerte ya no queda mucho.

lunes, 11 de febrero de 2013

MARRUECOS V. Un poco de turismo.

Martes 03/04/2012,    De Skiba a Ouzoud, en Taxi.

Toda la noche lloviendo y sigue lloviendo por la mañana. Definitivamente hoy no vamos en bici. Iremos en taxi hasta Ouzoud y todos lo agradeceremos. Francisco necesita reposar el gemelo y los demás no tenemos demasiadas ganas, por no decir ninguna, de pedalear bajo la lluvia y con frío.
Recogemos tranquilamente. Desayunamos y pedimos un taxi, grande y con baca, para poder llevar las bicis. Por pedir que no quede. Cuando llega el taxi, un mercedes mediano y sin baca, mis compañeros se desaniman un poco y cuando el taxista empieza a colocar las bicis en el maletero el desánimo transmuta en crispación, incredulidad y preocupación por las bicis. Yo algo más acostumbrado a los milagros del aprovechamiento del espacio en los vehículos locales dejo que el taxista obre la proeza. Y efectivamente acaba colocando todo en el vehículo bajo la atenta supervisión de mis compañeros para que las bicis no sufran desperfectos.

Nos despedimos de la propietaria del albergue agradeciéndole de corazón el trato tan cálido recibido y la calidad del servicio y le damos una pequeña propina por las molestias y las llamadas a los taxis.
Antes de emprender el viaje el taxista tiene que pasar por la jefatura de policía a pedir permiso para salir de su zona. Vuelve diciendo que lo acompañe a jefatura. Me presento al jefe de policía y tras una pequeña entrevista me da la mano y me desea una buena estancia y un buen viaje. Según el taxista quería verme la cara para saber si somos "buenas personas". Parece que he superado la prueba. En marcha.