martes, 8 de febrero de 2011

Trans Attlas 2007. Etapa tres. Cerca de Ouarzazate- Skoura

Dia 05/04/07. Etapa tres: 100,25 Km y 5 horas y 9 minutos de pedaleo.

Hemos dormido como marmotas y nos levantamos descansados y felices, con ganas de seguir devorando Kilometros. Desayunamos, preparamos las alforjas, compramos agua, arreglamos un pinchazo, cargamos las bicis y por fin partimos de nuevo hacia lo desconocido.

La carretera hasta Ouarzazate es larga y aburrida y el paisaje árido y monotono, por suerte la tendencia es de bajada, aunque hay algún que otro repechón. Empieza a doler el culo.
Llegamos a Ouarzazate pasando por un par de grandes Estudios Cinematográficos, que seguramente habrán conocido tiempos mejores, pero que actualmente están algo anticuados.
Ouarzazate es una gran ciudad, una gran  ciudad del sur de Marruecos, que viene a ser como un gran pueblo Europeo. Recorremos sus calles orientandonos hacia la carretera de Skoura, pero antes de salir de la ciudad paramos en la terraza de un bar a comer algo : un par de ensaladas (picadillo de tomate, pimiento, cebolla, pepino, olivas y mucha especie), unos bocatas y unos refrescos ( 62 Dh), el te lo tomamos en otra plaza más grande y ambientada, pero con poco ajetreo a estas horas. Mientras disfrutamos del papeo un chico nos realiza una pequeña encuesta sobre una posible prueba BTT que se realizará por estos lares, seguramente seria la TiTan del Desert, digo yo.
Volvemos a la larga, aburrida y sin arcen carretera. El paisaje aún más arido y desértico hacen que los kilometros pasén muy lentamente. Mientras vamos cantando: " El culo, el culo como me duele el culo. Quién te lo iva a decir. Eso te pasa por chulo. Pa otra vez te pones un cojín".






Llegamos por fin a Skoura, y tras una tentativa poco satisfactoria de elegir alojamiento encontramos un chaval que nos ofrece un albergue  a buen precio, decidimos aceptar y nos acompaña a traves del palmeral, el en ciclomotor y nostros siguiendolo en las bicis. Empieza a dar vueltas por un palmeral que se nos antoja inmenso y algo inseguro, empezamos a estar un poco moscas y le decimos que vale, el que un poco más, Simón que no se fia un pelo, yo algo más confiado no me siento amenazado, y menos por ese chavalillo. Finalmente llegamos al albergue El Palmeral, ¿Cómo no?.

Resulta que el hostal pertenece a su família y es como una pequeña Kasba. Nos prepara un te que tomamos en la terraza mientras anochece en el palmeral. La vista es fantástica, bucólica, romántica.....un manto de oscuridad se va apoderando del palmeral mientras millones de estrellas comienzan a poblar el firmamento, sublime. Despues ducha, cena, un rato de charla contemplando las estrellas y a dormir, todo esto más el desayuno, por sólo 260 Dh, una maravilla, y seguramente podriamos haberlo conseguido por menos, pero ninguno de los dos nos hubieramos sentido comodos pagando menos de lo que ellos nos pedian como justo. 









No hay comentarios:

Publicar un comentario