Hace frió en la tienda al amanecer. Nos levantamos a las 7:00 h. Desmontamos, recogemos, lo preparamos todo y tomamos directamente por la carretera, el palmeral es precioso pero no adelantamos.
Paramos en la primera aldea que encontramos. Un bar, una terracita, preguntamos: - "Café olé.". - "Oui, oui". - Contesta. Nos sentamos y pedimos: zumo de naranja, café con leche, pan, mantequilla,..........lo normal. Más de 20 min. esperando que nos sirva algo y el niño del bar dando carreras a la tienda del otro lado de la carretera para ir a buscar naranjas, azúcar, y yo que se que más. Total que ni café, ni leche, ni pan con mantequilla. Sólo nos trae el zumito de las naranjas que ha ido ha buscar el niño y te, por supuesto.
Total que el tío tendría un local y cuatro sillas y dijo: -Voy a poner un restaurante aquí al ladito de la carretera, teniendo te no hay pega, y ya poco a poco iré ampliando la oferta.
Total que "er tío" ha montao el bar y nosotros le hemos puesto el nombre: bar " LOS PREPAROS", por el buen servicio y lo bien preparao. Y encima caro.
Total que volvemos a la carretera, no hemos desayunado pero nos reímos mucho.
Unos kilómetros más adelante nos para un chico que va sobre un borriquillo todo cargado de hierbas y nos enseña un tajo muy profundo que se ha hecho en el dedo mientras segaba la hierba. Entendemos que quiere que se lo curemos y Simón saca "la sala de operaciones portátil " y manos a la obras, operación operación (¿ lo pillas?): limpieza del dedo, limpieza de la herida, desinfectar, proteger y vendar. Además le damos algunos analgésicos, desinfectante y vendas. Se despide de nosotros muy agradecido.
La carretera resulta un puerto de montaña del cagarse lleno de curvas y más curvas, sin arcén y sube que te subirás, menos mal que no lo hemos hecho en bici, los 150 Dh mejor invertidos y además le damos propina al taxista.
Legamos a la estación de autobuses de Ouarzazate, descargamos, miramos los precios y horarios para mañana coger el bus y buscamos un hotelito cercano. Nos alojamos en un cuchitril bastante cutre, para pasar la noche suficiente (120 Dh). Dejamos las bicis y los bultos, nos arreglamos un poco y a pasear un rato por la ciudad, la más grande que hemos visto después de Marrakech.
Cenamos en una terracita cerca del hotel, todo un acierto. Cantidad, variedad, sabroso y muy muy barato (64 Dh). En la terracita conocemos a una pareja de jóvenes que vienen a pasar cinco días, les regalamos la guia Michelín, les recomendamos algún itinerario, les aconsejamos sobre que deberían visitar, les explicamos algunas anécdotas, unas risas y nos vamos a dormir al hotel. Mañana volveremos a desayunar a este sitio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario