Llegamos a la pista y comemos antes d aventurarnos a cruzarla. Sacamos los bartulos y preparamos unas sopitas, acompañadas d unas latas d mejillones con mucho pan.
La pista no esta mal en general pero tiene muchos tramos técnicos e impracticables. Mucha piedra suelta, arena, socabones, toboganes y cortados. Se hace duro atravesarla y ademas hace calor. Por suerta sólo tenemos un problema técnico, con el portaequipajes d Isma k soluciona con rapidez. Se ha caido un tornillo pero encuentra otro k va perfecto.
Llegamos al final d la pista y salimos del altiplano por una bajada pronunciada, larga, técnica y peligrosa.
Cruzamos un rio d piedras y cogemos la carretera d Toundoute hasta el desvio d la pista d Azilal. Faltan cinco km y no podemos hacerlos por el cauce del rio por que baja muy crecido. Lo k nos obliga a ir por la pista k es mas dura y k sube mucho mas. Luego baja al rio y vuelve a subir a Imi N'Oloun. Estoy agotado y el último tramo lo hago andando. Brahim y Mohammed, su hijo mayor, nos esperan. Llamamos esta mañana para avisar. Y luego nos llamó él para saber k queríamos cenar y poder tener suficientes ingredientes para prepararlo. Cuatro huespedes inesperados pueden ser un problema en Imi N'Oloun, una dispersa aldea apartada d todo en medio del Atlas, sin bares ni super. Sólo la guite d Brahim y una minúscula tiendecilla.
Brahim nos recibe efusivamente con besos y abrazos, como siempre. Me pregunta por Simón y le cuento k este año no puede venir. Reconoce a Ramón del año pasado y después de los saludos tomamos el te d bienvenida. Por supuesto.
Después d asearnos bajamos a cenar una sopa riquísima y un tagín d pollo espectacular.
Brahim en todo momento nos atiende, nos acompaña y nos da conversación. Un buen hombre y un gran anfitrión.
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