jueves, 31 de marzo de 2011

Trans Attlas 2009. Etapa ocho: En el desierto.

Día 07/04/09. De Merzouga a Risaní. 33 Km, 2 h y 15 min de pedaleo, y 6 horas de bus.

Salva se levanta muy temprano y se va a correr por el desierto. Yo lo oigo marcharse y me quedo un rato más en la cama pero no consigo dormir, así que me levanto y me voy también al desierto, pero no a correr si no a pasear, a sacar unas fotos y a grabar un rato.
Cuando vuelvo al hotel todo y todos parecen dormidos así que me pongo a escribir..........tranquilos que no os voy a dar el coñazo. Al rato llega Salva que me explica entusiasmado su experiencia, y mientras hablamos aparece Simón "con la cara lavá y recién peinao". Ya estamos todos a desayunar.


Salimos hacia Rasiní, sólo faltan unos 30 Km pero casi todos de carretera y me duele el culo de la pechá de ayer, de la pechá de Km "of corse", "que es que vouz ave pansé". Los 33 Km se me hacen larguísimos, no se acaban nunca.
Por fin a las 13:30h llegamos a Risaní, el bus de Erfoud pasa a las 15:00 h así que aprovechamos para comer en la estación de autobuses: "salade et omelete" lo que viene siendo "picaillo de tomates y huevos fritos chafados", no está mal.
Cogemos un minibus, llamalo furgoneta, que nos lleva a Erfoud. Nos deja en una calle donde hay varios autobuses parados, preguntamos al xófer de uno de ellos por el bus de Ouarzazate, nos dice que lo sigamos. Cogemos las bicis y a perseguir el bus por las calles de Erfoud. Un par de calles después nos señala un grupo de gente y nos dice que esa es la parada, que lo esperemos ahí. Y efectivamente a las 17:00 llega el bus de Ouarzazate, lo cargamos todo y en marcha. Tardamos 5 horas en llegar, 5 horas para recorrer unos 300 Km, parando en todas partes.
A las 22:00 pasadas llegamos a Ouarzazate y mientras descargamos un chico nos saluda:
- Bien venidos.  ¿De donde sois?. ¿Quereis un hotel?.
-Es tarde y decidimos dejarnos guiar. El hotel está cerca de la estación, algo cutre y el baño fuera, pero nos parece bien para pasar la noche. Nos arreglamos un poco y salimos en busca del bar donde cenamos tan bien y barato hace dos años. Encontramos el bar pero ha cambiado de dueños y ya no es lo mismo, ni en calidad ni en variedad ni en precio, así que cenamos en la terraza de al lado unas ensaladas y unos bocatas de pescado que no están mal. Tras el te de rigor y el cigarrito, un paseo por la ciudad y a dormir.
Mañana más, cuatro o cinco horas más de bus y además cruzando Tizin Tichka, ¡ay¡ que fatiguita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario