Día 31/03/09. Tizin Tichka-Más allá de Teluet. 44 Km 3 horas 12 min. de pedaleo.( 2 pinchazos).
Nos levantamos temprano, Salva mucho más, al amanecer a ido a correr por las calles de Marrakech, se le nota la vena "Ironman", gesta que ha superado dos años consecutivos. A saber la prueba del Ironman consiste en : 4'5 Km nadando en mar abierto, 180 Km en bici y 42 Km corriendo, todo seguido y creo que en ese orden y además hay que hacerlo en un tiempo límite que creo son 10 o 12 horas, no estoy seguro, pero sea como sea una bestialidad, realmente hay que estar muy preparado, hay que ser un Ironman.
Pues lo dicho, Salva ha salido a correr y a la vuelta lo hemos preparado todo para empezar la ruta.
En la estación de autobuses compramos, con la ayuda de un espontáneo ¿ Cómo no?, los billetes para Tizin Tichka, donde empezaremos la ruta a 2260m. Este año nos ahorramos la subida por carretera. Lo cargamos todo en el bus y mientras esperamos a que arranque damos los primeros regalitos, de los muchos que llevamos, a unas niñas que andan por el bus vendiendo agua y golosinas.
Salimos de Marrakech por la misma carretera que hace dos años, volvemos a ver el inmenso vertedero que hay a las afueras de las murallas y muchas personas niños y mayores buscando entre la basura. Lo que no vimos hace dos años y ahora si podemos ver desde la altura y la tranquilidad que da el autobús son las zonas residenciales de lujo, los palacios y jardines rodeados de altas vallas y algún campo de golf que también se encuentran en el extraradio de la ciudad.
La carretera se hace larga y la subida interminable incluso en autobús. Por fin paramos en Taddert y sin pensarlo nos vamos directos al bar de hace dos años, pero la cosa nos sale rana. Una botellita de vino de estranquis ( que no tienen licencia) + las prisas del bus que se iba = 550 Dh, nos han tangao y bien. A partir de ahora tranquilidad y preguntar el precio por adelantado.
Descargamos todo en el "Col du Tichka" y nos abrigamos bien pues sopla un fuerte viento.
Un poco más adelante abandonamos la carretera y continuamos el descenso por la pista que resulta mucho más agradable y divertido. Pasamos Teluet y decidimos avanzar un poco más, pero a partir de ahí ya no volvemos a encontrar más lugares donde poder alojarnos. Empieza a oscurecer y decidimos acampar. Montamos la tienda y mientras Simón y Salva se asean un poco yo preparo la cena: sopita de fideos y latitas de sardinas, sin pan por desgracia. Mientras preparo la cena la noche cae fría y rápidamente, me cala el frío hasta los huesos y ya no conseguiré quitarmelo de encima hasta que el sol me caliente al día siguiente, un fallo imperdonable, primero debería haberme lavado un poco y cambiarme la ropa mojada de sudor, no volveré a cometer este error.
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