viernes, 18 de marzo de 2011

Trans Attlas 2009. Etapa cinco: DADES.

Día 04/04/09. De Bou Tharag a Msemerir, 71 Km y 5 h de pedaleo ( y no pinchamos).

Escribo:  "El sol, asomado inexorablemete sobre las montañas calienta con  fuerza, anunciando la crueldad debastadora de su reinado. Sera un día duro en esta dura tierra, que deja marca en sus gentes castigadas y maltratadas constantemente por los fuertes contrastes de su clima sin más protección que sus rudas shilabas, sus turbantes y sus velos para intentar esconderse de un sol de justicia que todo lo alumbra y que todo lo quema. Que les da la vida. Algún día vendré aquí con Belén, a este valle, a esta kasba, a este paraíso de dura belleza".  Sentado apaciblemente en la terraza, disfrutando de la paz y la soledad que proporciona las primeras horas del día mientras espero que se levanten Simón y Salva.

Dolores Fuertes De Barriga, quiero decir, dolores fuertes de barriga me han despertado al alba, como si una tormenta se desatará en mi interior. Diarrea, las primeras diarreas del viaje, por suerte no son las diarreas de la muerte.
Bajan mis compañeros y desayunamos apaciblemente en la terracita mientras el sol...................... resumiendo: desayunamos, recogemos, cargamos las bicis y partimos por la misma pista donde encontramos por primera vez a "Bob el silencioso" ( ver Trans Attlas 2007). La pista se hace amena, la subida por la carretera del Dades no tanto. Antes de llegar a las gargantas del Dades nos  aprovisionamos bien: tomates, latas, quesitos, pan, naranjas y agua, mucha agua, muchisima agua. Que ...........
Salva en la carretera es un bólido y va muy por delante de nosotros esperándonos de tanto en tanto mientras atiende alguna de las "cienes y cienes" de llamadas que recibe durante el día.
Paramos a saludar al dueño de una tienda que conocimos hace dos años, al principio no nos recuerda pero le contamos un par de anécdotas que nos explicó mientras nos enseñaba la tienda (que tenia una novia en Madrid, una funcionaria gordita y que cuando podía subía a visitarla y se "jartaba" de "fatatas" y de comer jamón y chorizo con un buen vino) entonces se acuerda de nosotros y nos invita a comer con él en la tienda, pero no podemos aceptar por que Salva va por delante y no sabemos donde está.


Un poco antes de la subida de las gargantas nos espera Salva para decidir donde vamos a comer. Yo soy partidario de hacer un picnic al lado del río, pero ellos quieren comer un plato de pasta para variar. Ganan por mayoría. Nos paramos en un restaurante con pinta de ser muy VIG ( Very Important Guiris) y efectivamente es caro pero por suerte para mi no tienen pasta. Seguimos y encontramos otro restaurante con muy buena pinta, parece caro pero auténtico y además tienen pasta, "pa dentro". Nos acomodamos en la terracita y nos pedimos unas cervezas, no están muy frescas pero que bien entran las jodidas. Otra ronda de cerveza y el papeo, yo ensalada y brochetas y ellos ¿ pasta?, pasta no. Ensalada y brochetas para todos. Yo no digo nada, Dios me libre de juzgar ni criticar yo a nadie, y menos a mis compañeros de viaje, todos tenemos derecho a cambiar de opinión. ¿O no?. Sea como fuere, con pasta o sin ella me alegro mucho de haber parado en este restaurante. No sólo por las cervezas y lo bien que hemos comido si no por que empezaba a necesitar un WC,  y por suerte este no es de agujero como es lo habitual aquí, es de taza y eso ayuda a controlar la onda expansiva para satisfacción mía y limpieza del calzado, calcetines y mallot.
Subimos a lo más alto de la garganta para  descender a lo más profundo de la misma, y a partir de ahora lo desconocido.
Circulamos al lado del río durante varios Km. La carretera tiene muy poca pendiente pero cada vez está en peor estado. De repente llega la subida. Subimos y subimos cruzamos una aldea gris, triste, alargada y llena de niños, les damos lo poco que nos queda. Saliendo del pueblo la última,la más larga y la más dura subida.
A los pocos Km de subida un niño corre al lado de mi bici. Indeciso, no se acerca demasiado pero mientras extiende la mano repite automaticamente lo que todos: " a estiló, a bombón, a dirham". Tiene la cara totalmente quemada por el sol y una tristeza resignada gravada en el rostro. Paro la bici y le doy lo poco que me queda, intenta sonreír pero no sabe o no puede.

Mientras estoy parado pasa un camión hacia la cima a muy poca velocidad, tan poca velocidad que a los pocos minutos ya lo he alcanzado he incluso podría adelantarlo, pero no me parece buena idea adelantar un camión en una pendiente pronunciada y llena de curvas. Tras pedalear un rato tras el camión adaptando mi velocidad a la suya pienso que sería buena idea dejarme remolcar por este. Pensado y hecho me cojo con una mano al camión y dejo de pedalear, dejándome arrastrar. A Simón también le parece buena idea y acelera un poco la velocidad hasta conseguir cogerse al camión. Y así los dos cogidos a la parte trasera del camión ascendemos toda la cuesta mientras desde la cabina los ocupantes nos sonrien y nos hacen gestos con la mano cerrada y el pulgar hacia arriba. Salva ya está en la cima.
Comenzamos el último tramo hasta nuestro destino Msemerir. Son las 18:30 h  pronto oscurecerá y hace frío, ahora casi todo es bajada pero la carretera cada vez tiene menos alquitrán y más socabones.
Llegamos a Msemerir tarde y cansados. Paramos en el primer hotel que encontramos. Un cuchitril con todas las habitaciones libres. Por 300 Dh ( media pensión los tres) nos quedamos una amplia y con tres camas.
En la calle hay un gran alboroto música, canciones y coches. Subimos a la azotea para ver que pasa. En la calle hay dos grupos muy numerosos de personas cantando y bailando. Uno de los camareros nos explica que es una boda Berebere. El grupo que tenemos en frente es el grupo de la novia y el grupo que viene por la calle es el grupo del novio que viene a casa de la novia a pedirla. La boda dura cuatro días.
Por fin la cena está preparada y bajamos al comedor, somos los únicos comensales. El tagín es de pollo y además se ha quemado un poco, Salva apenas lo prueba yo me hincho a reventar, me siento "lleno de cebollas".

1 comentario:

  1. Si, menos mal que no dijsite nada cuando decidimos no pedir Pasta, estuviste dos dias erre que erre con el tema...
    Si no pedimos pasta al final fue porque tardaban mucho en hacerla y eso nos hubiera retrasado la salida....a ver si te enteras, jajajajaj

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