Partimos en busca de la pista del rio por la carretera de Ouarzazate. Lo que yo pensaba serían 8 km de bajada, resultan ser 14 de subidas y bajadas interminables y rompepiernas.
Llegamos al cruce de la pista cansados, pero llegamos.
Sorpresa la pista está asfaltada. Yupiiii, parece que este año será más fácil.
Avanzamos bastante deprisa. La pista, ahora ya carretera, está nueva y en muy buen estado, pero sube, sube mucho. Tiene que llevarnos hasta Amerci en la ladera del MounGoun, y está muy alto. La vista es maravillosa, montañas nevadas y el rio que baja limpio y claro. Un día precioso.
De repente veo que nos alejamos del track. Al parecer la pista no sigue por la carretera. Volvemos atrás y tonamos el camino correcto. La diferencia es abismal. Yo pensaba que la parte arreglada era la parte del río y que evitariamos cruzarlo varias veces. Me equivoqué. La pista no es una pista, es seguir un camino apenas visible a traves del rio, piedras, bosques y un par de aldeas. Por suerte el rio no está crecido y la mayoría de pasos podemos hacerlos sin bajar de la bici. Eso sí con los pies chorreando. El camino es muy duro y se avanza muy lentamente. La bici se clava en la gravilla y hay que hacer un gran esfuerzo por mantener el equilibrio. Se hace interminable. El ánimo decae y las fuerzas menguan. A la una paramos a comer, descansar y recuperarnos un poco.
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