Otra vez en marcha atacamos la subida que nos separa del valle de rosas i luego un largo y agradable descenso hasta Boutharag. Directos a la Kasba Chems donde hemos quedado. La kasba cada día más grande y más bonita. Saludamos a Brahim y le pregunto por su hermano Said y por Mohamed, me cuenta no estan. Said de vacaciones en Bélgica y Mohamed trabajando en Almería. Tomamos algo en la terraza y nos conectamos un rato después de dos días sin wifi.
Tras la ducha salimos a dar una vuelta por el pueblo. Yo aprovecho para pelarme y afeitarme, y el resto para tomar una cervecita.
Josef, el barbero, me pela con tijeras y me afeita con perilla. Se lo curra a conciencia y sólo me cobra 25dh, dos € y medio. Le pago tres.
Vuelvo sólo a la kasba. Hace una noche muy agradable, estrellada y no hace frío. Da mucho gusto pasear.
Para cenar queremos un plato combinado de patatas fritas, pinchos y huevo frito. Pero no saben que es un huevo frito, así que voy a la cocina a explicárselo a la mujer de Brahim.
Nos conectamos esperando la cena. Y llega por fin. Primero una ensaladita marroquí y segundo el plato combinado, con el huevo demasiado hecho y pollo asado en vez de pinchos, bastante más tarde. Pero eso no es lo peor, pero lo que pasa en Marruecos se queda en Marruecos, si no puede ir al blog.
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