Toufrine-Imi N'Oloun. Parte 3.

Unas latitas de sardinas con pan y de postre una barrita.
Otra vez en marcha y la pista que no acaba. Los últimos pasos del río los peores. Profundos y con mucha corriente nos obliga a pasar las bicis a pulso para no mojar las alforjas, por suerte sólo un par de veces.
Por fin salimos del río. Lo que no recordaba era que hubira tanta subida en el tramo fina.
Llegamos a Amerci casi a las 17h y agotados. Imposible plantearse seguir hasta Imi N'Ouloun. Faltan unos 30km y hay que atravesar un puerto bastante duro a 2600 m. Decidimos coger un taxi pero cuando preguntamos nos informán que a esa hora ya no salen. Por suerte mientras hablamos aparece un taxi que ya viene de regreso. Lo paro y le propongo que nos lleve. En seguida dice que no,  que es muy tarde y hay dos horas de camino. Yo insisto y me dice que por 4.000 dh. Me rio y le digo que es imposible y le explico que soy amigo de Brain y que me gustaría ir a dormir en su guite d'etape. Al oír el nombre de Brain demuestra mas interés y me dice que suba a la furgonta.  Vamos a hablar con la maestra del pueblo ya que al parecer no habla mucho francés. Le explico a la maestra que soy amigo de Brain, que otro año tampoco pude ir a verlo porque no había taxi y que este año me gustaria dormir en su guite. Y que le pago como mucho 600 dh,  que es un buen precio, ya que ayer pagué 800 dh de Damnate a Toufrin. Y "voila" la maestra se lo explica y le dice que le parece correcto y que puede llevarnos. Así que volvemos a cargarlo todo y en marcha hacia Imi N'Olaun.
Es una subida dura pero no demasiado larga y después un descenso muy largo, empinado y en no muy buen estado. Si no estuviéramos tan cansados o no fuera tan tarde lo podríamos hacer pero hoy es imposible. Llegamos a casa de Brahin anocheciendo y empieza a hacer frío, además tenemos los pies mojados y fríos del rio. Nos recibe Mohamed, el hijo mayor. Abrazos, besos, saludos y alegría. Entramos todo y nos ponemos comodos y secos,  mientras nos preparan un te. Aparece Brahim y de nuevo abrazos y besos pero mucho más efusivos. Charlamos un rato mientras tomamos el te. La verdad es que se le nota contento de vernos y nosotros también nos sentimos muy bien acogidos y atendidos.
Como dice Brahim: "Bian mangé,  bian dormí" y que nos quiten lo bailao. Siempre vale la pena venir a la Guite de Brahim en Imi N'Oloun.