Atravesamos los cañones siguiendo el incesante serpenteo del río Todra entre profundas gargantas cicatrizadas en la roca a lo largo de miles de años. Insignificantes, efímeros.....felices.
Salimos del desfiladero para encontrarnos con un inmenso valle rodeado de lejanas y nevadas montañas, el alto Atlas se levanta imponente ante nuestros ojos. Ascendemos por el valle directo hacia las montañas. Llegamos a Tamtntouch, donde pararemos a comer algo y descansar un rato.
Después de dar varias vueltas por el pueblo decidimos volver a uno de los bares de la entrada. Nos sentamos en el interior ya que hace frío y parece que va a llover, parece mentira.
La comida es abundante, bastante variada y muy rica:. Kalica( revueltillo de carne, legumbres y huevos escalados), tortilla- revuelta y cordero a la brasa. Acompañados de unas ensaladas y patatas fritas. Arrasamos con todo.
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