miércoles, 21 de noviembre de 2012

MARRUECOS V. Esto no es normal 2.

Tras la abundante y  sabrosa comida, cuesta arrancar de nuevo. No tanto por el cansancio como por el clima: sigue nublado a punto de llover y hace frió, pero frío frío. Esto no es normal.
Emprendemos de nuevo la marcha, varios km de subida hasta llegar al lago y luego una pequeña bajada hasta el albergue situado en la misma orilla. Recuerdo que hace un par de años estuvimos tentados de acampar cerca del lago y aprovechar para darnos un baño y refrescarnos, este año sólo podemos pensar en que el albergue tenga chimenea para poder entrar en calor.

En el albergue, la gran decepción, no hay sitio, todo está reservado y no podemos quedarnos a no ser que acampemos. Evidentemente media vuelta y para Imilchil de nuevo a buscar alojamiento.
Justo a la entrada del pueblo hay un hotel, no buscamos más. Parece cerrado, pero el chico que lo regenta viene corriendo de una gasolinera cercana a atendernos. Abre el hotel para nosotros y lo inspeccionamos: Bonito, nuevo, limpio, habitaciones amplias y con baño....como si me importara. Nos quedamos con la condición que encienda la chimenea.
Descargamos todo y nos sentamos frente a la chimenea a esperar que se caliente el agua de la ducha. El fuego está hecho de rastrojos y ramajes, poca leña hay por aquí, y calienta poco. Pero alejarse es peor el hotel es nuevo, está vacío y hace un frío de la hostia. El agua caliente tarda mucho en llegar, que si 2 horas, que si 4, que si 8...acabamos duchándonos con el agua templada, "ahí va la ostia joder que no somos del mismo Bilbao". Y el cacho de gamuza que traigo de toalla ni seca, ni calienta, rápidamente me visto y bajo buscando el calorcillo de la chimenea, que tampoco es para tirar cohetes. Ponemos la mesa justo dealnte de la chimenea para dar un poco de caliu y para colmo de males, la cena escasa, cuando el hombre a visto las caras que hemos puesto al ver los pinchos ridículos que nos ha traído a salido corriendo a la cocina a preparar unas tortillas y patatas fritas para complementar, si no le cae una buena.
Tras la cena subimos a dormir rápidamente, para intentar entrar en calor. La habitación helada, la cama helada, las sabanas heladas. Francisco y yo decidimos dormir en la misma cama y aprovechar todas las mantas para taparnos. Definitivamente este frío no es normal.

2 comentarios:

  1. Rafael eso de que dormimos juntos no hombre no lo digas, que el año que viene repetimos y van a pensar que hacemos como los baqueros de cierta pelicula.

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