domingo, 25 de marzo de 2012

Marruecos 4.0. Contra el viento. 2ª parte.

Descendemos del altiplano pedaleando contra el viento, adelantamos de nuevo al francés y nos adelantan los 4X4, por fin entramos en Knob, un pueblo pequeño pero con varios bares-restaurantes a lo largo de la carretera que une Risani con Zagora. Nos acomodamos en la terracita de uno de ellos, protegidos por unos toldos de plástico que nos resguarda del viento, la arena y el polvo. Comemos y descansamos un rato.
En un principio la idea era pasar la noche aquí, pero como ayer adelantamos 15 km en taxi, aún quedan muchas horas de sol que podemos aprovechar, así que decidimos seguir por carretera hasta el valle del Dra.
El viento sigue soplando casi siempre de cara, aunque en ocasiones nos empuja lateralmente.Cansados y con el culo dolorido y pedaleando contra el viento, parece que no avanzamos.Tras los primeros 10 km ya no sabes como colocarte en el sillín. En carretera mantienes la misma postura durante mucho más tiempo y eso hace que las molestias del culo aumente exponencialmente. 5 o 6 km más y a reposar,  ya no sabe uno donde poner el culo. Salva propone ( incluso intenta ) parar un vehículo, pero Simón y yo no estamos de acuerdo. Le propongo a Salva cambiar las bicis, los asientos son totalmente diferentes y eso nos proporciona un gran alivio, que aunque temporal sabemos aprovechar para devorar 10 km más del tirón, otro pequeño descanso y otros 5 km más. Ya se puede ver el palmeral del Dra, pero en la última subida Simón prefiere no forzar más sus doloridas rodillas y decide poner pie a tierra y continuar caminando. Por suerte es la última subida y al llegar a la cima descubrimos con inmensa alegría que una larga y suave bajada nos llevará hasta el palmeral del Dra, donde esperamos encontrar un sitio donde dormir.


Entramos en el palmeral, cruzamos el río Dra y llegamos a la carretera que une Zagora con Ouarzazate. Y justo en el cruce de carreteras encontramos un hotelito-albergue con bastante buena pinta. Exhaustos y doloridos nos acomodamos en la terraza y nos tomamos unas coca-colas. Las habitaciones son decentes aunque no tienen baño, que nos importa a estas alturas. 170 dh por persona, nos quedamos.
Mientras descansamos el la terraza, sorpresa, aparece el francés. Al parecer él no llegó a Knob, si no que giró hacia la derecha en el altiplano. Resulta que no es autista, es que el día anterior estaba reventado y no podía con su alma. Ahora tras una buena ducha y un merecido descanso está mucho más simpático y hablador, nos explica lo duro que ha sido pedalear varios días contra el viento (nos lo dice o nos lo cuenta), le damos toda la razón, y nos informa que la tormenta de viento se prolongará varios días más y que el viento seguirá soplando del desierto con fuerza, que casualidad, justo hacia donde nosotros vamos. El ha decidido variar la ruta para evitar el viento, así que mañana en vez de seguir hacia Zagora, como tenía pensado, girará a la derecha hacia Ouarzazate y continuará su viaje hacia el oeste, al parecer está jubilado y tiene tiempo de sobra, un hombre afortunado.

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