viernes, 8 de abril de 2011

Trans Attlas 2009. Volamos a casa.

Día 09/04/09. Marrakech-Barcelona

Mientras desayunamos llega Salva que esta mañana salio temprano a correr y acabamos de desayunar los tres juntos. Después lo recogemos todo y embalamos las bicis. Lo dejamos todo listo y vamos a despedirnos de Marrakech.
Mientras buscamos un sitio para comer nos capta un chico que nos propone llevarnos a un lugar acogedor y autenticamente Marroquí. El sitio resulta ser "guirilandia", fino, con encanto, caro y lleno de ingleses. Le decimos que para ver ingleses nos vamos a Inglaterra. Decidimos comer en el hotel y realmente resulta un acierto: Pastilla de poison ( pastel de pescado) y cordero al limón, postre y te. No está nada mal y además nos hacen precio especial por ser clientes.
Llega la hora de ir al aeropuerto y nos llevan los chicos del hotel en una Berlingo, son necesarios dos viajes y llegamos un poco justos al aeropuerto. Pagamos el equipaje especial, las bicis (40 E cada una), embarcamos el equipaje, pasamos los controles y llegamos a la zona de embarque. Todo corriendo y con el corazón encogido pues vamos un poco justos. Al llegar nos enteramos que el vuelo viene con retraso y que no saben cuando despegaran, así que calma.
Mientras esperamos el embarque escribo unas últimas lineas en mi diario:
Marruecos, por lo menos lo que yo conozco, es un país de grandes contrastes: frío-calor, riqueza-miseria, altas montañas-desiertos, suciedad-belleza, hospitalidad-picaresca,.....puedes pasar de un extremo a otro en un momento y tienes que estar preparado para todo.
Marruecos es un país salvaje y maravilloso. Sus habitantes ni lo quieren  ni lo respetan lo suficiente, y si ellos no lo cuidan como lo van a cuidar los extraños, los extranjeros, los guiris.

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