viernes, 10 de mayo de 2013

Una pausa para la reflexión.


De repente nos vemos afectados por lo que han llamado crisis. Pero realmente esto es mucho más que una crisis económica. Es el resultado cíclico, lógico e inevitable de un capitalismo insaciable, incontrolado y liberal que lleva décadas desviando las materias primas, los recursos energéticos y las riquezas de los países pobres hacia occidente y exportando guerra y miseria, dos caras de la misma moneda. Como ya pronosticó Susan George en su Informe Lugano: "...la prescindibilidad está ascendiendo por la escala social. No se trata sólo de los indios brasileños, los pobres de los Estados Unidos y otras tribus remotas, Ud., su familia, su profesión, su pequeña o mediana empresa, su comunidad, su hábitat natural empiezan a estar también en su punto de mira." Y ahora nos salpica a nosotros un poco de la injusticia, la miseria y la desolación que hace siglos que gobierna el mundo.

A todos nos suenan datos mas o menos exactos pero no menos reales y muy preocupantes como: 

- "El 20% de la población acapara el 80% de la riqueza mundial."
- "El 25% del PIB mundial se oculta en 50 paraísos fiscales "
- "Existe armamento nuclear para destruir varias veces el mundo" 
- "Alrededor de 24.000 personas mueren cada día de hambre en un mundo que tira cada año 9 millones de toneladas de comida"
-  "Si todos los habitantes del mundo consumiéramos  como un occidental medio serían necesarios cuatro planetas para abastecernos"



....No creo que sean necesarios mas datos. Todo el mundo sabe que un mundo mejor es posible, aunque a una diminuta, pero muy poderosa,  minoría no le interese un mundo libre, justo, igualitario y viviendo en paz  para sus intereses económicos. Pero por grande que sea la ambición, la avaricia, el egoísmo y la insensibilidad de esta casta hipermillonaria, son  muy poquitos y no tienen ni la fuerza ni el poder suficiente para doblegar la voluntad del resto del mundo. Entonces ¿cómo lo consiguen? ¿Porqué siguen enriqueciéndose a costa del sudor, las lagrimas, la sangre y  las vidas de miles de millones de personas? También todo el mundo conoce la respuesta  a esta pregunta. Por que a la mayoría no nos importa. Así de simple y así de duro.Pensamos que no es nuestro problema, que no va con nosotros, que no es nuestra lucha, que no nos afecta. Hasta que nos afecta, hasta que nos salpica, hasta que un día la voracidad insaciable de este sistema capitalista neoliberal, globalizador y  ecofascista, acabe devorándonos a todos y acabe por devorarse a sí mismo.
Por que si nos importara lucharíamos por un mundo más justo, más repartido y sin guerras. Lucharíamos contra los paraísos fiscales y contra el fraude fiscal, lucharíamos por controlar los mercados financieros, por controlar la especulación, por cobrar tasas a las transacciones internacionales, por el desarme mundial, por el decrecimiento y el respeto por la naturaleza, por una educación y una sanidad pública, universal y de calidad, por socializar los recursos naturales, la energía, los transportes, los medios de producción.... "LUCHARÍAMOS".,

Muchos pensaran que soy un iluso, que es imposible, que es una utopía. Quizás sea una utopía pero no sería la primera vez que se consigue alcanzar lo imposible con voluntad, esfuerzo, trabajo y mucha lucha. O es acaso menos utópico pensar que podemos seguir creciendo,consumiendo y derrochando sin límite en un mundo finito. Pero sobretodo es mucho mejor que la alternativa de seguir perpetuando la injusticia con nuestra indiferencia.

Mientras haya lucha habrá esperanza.
Rafa

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