Relajados y descansados, con los móbiles y las cámaras cargadas y bien aprovisionados de agua y alimento nos aventuramos a la pista, cada vez más lisa, cada vez en mejor estado, y que poco a poco se acaba convirtiendo en una carretera asfaltada, aunque no en demasiado buen estado, con constantes socabones y trozos sin asfalto.
Pasamos Imilchil sin pena ni gloria, un pueblo más sin nada que destacar. La mayoría del día transcurre en un sube y baja constante por diferentes puertecillos de montaña. Finalmente realizamos una larga y pronunciada bajada que nos introduce en el interior de un valle precioso.
Aunque es relativamente temprano, las 17:00 h, decidimos buscar un buen lugar para acampar, la noche cae muy rápido y tenemos ganas de disfrutar de una buena acampada.
Elegimos un lugar cerca del río y algo escondido de la carretera. Montamos la tienda, nos lavamos en el río, limpiamos un poco las bicis, hacemos un buen fuego y preparamos la cena. La noche cae deprisa. Cenamos a la luz del fuego y después un buen rato de risas y tonterías bajo el cielo. Una velada agradable, muy agradable. Inolvidable.
lunes, 18 de julio de 2011
lunes, 11 de julio de 2011
Trans Attlas 2010. Buscando la pista perdida. 1ª parte.
Día 31/03/10. De cerca de Agudal hasta algún lugar entre las montañas. 82 km y 5 h de pedaleo.
Nos levantamos temprano y hace frío en las montañas. Estamos muy alto 2700m.
Tras la rutina de recoger, desayunar, preparar y revisar las bicis, salimos tarde, como siempre.
Recorremos los 15km que nos separan de Agudal sin demasiada dificultad. La pista no es fácil, muchos baches y cruzamos varias veces el río. Ayer, oscuro y cansados hubiera sido mucho más difícil e incluso peligroso, fue buena idea parar en el albergue.
A la entrada de Agudal nos recibe un numeroso grupo de niños a los que damos algunos bolígrafos. Destaca un chaval muy simpático y espabilado que nos acompaña por el pueblo a comprar alimentos y después nos acompaña al albergue donde compramos pan recién hecho, tomamos un te y cargamos los móbiles y las cámaras ( en el albergue de ayer tampoco había luz eléctrica).
Nos levantamos temprano y hace frío en las montañas. Estamos muy alto 2700m.
Tras la rutina de recoger, desayunar, preparar y revisar las bicis, salimos tarde, como siempre.
Recorremos los 15km que nos separan de Agudal sin demasiada dificultad. La pista no es fácil, muchos baches y cruzamos varias veces el río. Ayer, oscuro y cansados hubiera sido mucho más difícil e incluso peligroso, fue buena idea parar en el albergue.
A la entrada de Agudal nos recibe un numeroso grupo de niños a los que damos algunos bolígrafos. Destaca un chaval muy simpático y espabilado que nos acompaña por el pueblo a comprar alimentos y después nos acompaña al albergue donde compramos pan recién hecho, tomamos un te y cargamos los móbiles y las cámaras ( en el albergue de ayer tampoco había luz eléctrica).
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